A UNOS 80 KILÓMETROS DE GRANADA, A LOS PIES DE LA SIERRA NEVADA, SE EXTIENDE UNA SERIE DE PUEBLECITOS BLANCOS DE ALTA MONTAÑA AGARRADOS A LA ROCA COMO LÍQUENES: LAS ALPUJARRAS.
DE ESTE AUTENTICO PARAÍSO PERDIDO LOS MÍSTICOS SUFÍES ASEGURAN QUE ES UN PODEROSO CENTRO ENERGÉTICO, EL OMBLIGO DEL MUNDO, Y DESDE LOS 70S OLEADAS DE HIPPIES, BOHEMIOS, POETAS Y VAGABUNDOS LAS HAN TOMADO COMO SEDE O CAMPAMENTO BASE, CONVIRTIÉNDOLAS EN EL MEJOR MANICOMIO AL AIRE LIBRE GRATUITO DEL PLANETA.
EL TRIPTICO ALPUJARREÑO, COMPUESTO POR TRES PIEZAS AUDIOVISUALES INDEPENDIENTES DE DIFERENTE ESTÉTICA Y METRAJE, PRETENDE ACERCAR A OAXACA UN TANTITO DE ESA SANA LOCURA.
LA PROYECCIÓN CONTARA CON LA PRESENCIA DE SU DIRECTOR, CON COLOQUIO POSTERIOR Y HABRÁ MEZCAL DE CORTESÍA.
Miguel Blasco (Valencia, 1987) ha estado siempre casado de
alguna manera con el Cine aunque mantiene una relación adultera con la Literatura.
Ha experimentado en sus carnes las férreas jerarquías cuasi militares de las
grandes producciones trabajando en diversos puestos, fue maestro, titiritero y
clown, colabora en varias revistas culturales como Lee Algo, Manual de Uso
Cultural o Factory Magazine. Vendió
libros en un puesto callejero, construyó una residencia artística y la destruyó
y actualmente trabaja en la editorial valenciana Contrabando.