HACE ALGUNOS AÑOS TUVE LA OPORTUNIDAD
DE ENTREVISTAR A MARIO ALMADA ,
ESTA ES LA ENTREVISTA OJALA LES GUSTE.
DE ENTREVISTAR A MARIO ALMADA ,
ESTA ES LA ENTREVISTA OJALA LES GUSTE.
SIGO SIENDO MARIO ALMADA
Siete en la mira, Tunco Maclovio, Pistoleros Famosos,
Cazador de asesinos son títulos de sus filmes. El actor de 81 años ha participado en mas trescientas películas (sin contar su
producción en video)40 años de carrera en el cine lo han convertido en un icono de la cultura popular y a sus
películas en un tópico. En la vida real Mario Almada es todo lo contrario a su
personaje fílmico: Pendenciero y violento, es un hombre accesible, amable y sin
pretensiones, gente de cine que aprendió
su oficio empíricamente y tuvo éxito.
La entrevista se desarrolla en
un conocido salón de juego de la ciudad de Cuernavaca, en donde se apuesta a
carreras de caballos y perros, que se
transmiten desde los Estados Unidos por las pantallas que rodean todo el
lugar.
Almada viene a este lugar a matar el tiempo,
lo prefiere a quedarse en casa ‘tirado
viendo la televisión’ como él mismo dice. No es un gran apostador, pero
siempre le ha gustado jugar, sobretodo al póquer.
-´En Las Vegas me reciben muy bien, me espera una limosina, cuarto de
hotel, como si fuera un gran apostador, pero solo apuesto de a uno o dos
dólares, pero bueno, soy Mario Almada’.
La camioneta Dodge de Almada, un modelo de hace años,
parecida a aquellas que conducía en sus
películas, está estacionada frente a la puerta. En la entrada unos
sujetos fornidos, vestidos de negro, custodian
el acceso y cachean a todo el que
pasa por allí. Más tarde me cuenta que
los agentes de seguridad se le cuadran y escoltan como si fuera un verdadero comandante de policía, como en las películas.
Llegamos a un salón inmenso, rodeado de
pantallas de televisión, la
alfombra y los muebles son rojos,
a esa hora de la mañana la
única mesa ocupada, es la de Mario Almada.
Por un momento pareciera que
se desdibuja la frontera entre el cine y la realidad, si uno deja volar la
imaginación, toda la situación de hecho, parecería sacada de una película de
los Hermanos Almada, se diría que uno esta a punto de conocer al ‘jefe de
jefes’.
ARTISTA RURAL
Mario Almada llega de Sonora a la ciudad de México en los años cuarenta, su padre lo trajo para trabajar en un club nocturno El Señorial, allí se presentaban espectáculos como el de Nat King Cole, Sammy Davis Jr, Tropicana y otros, el lugar cerro.
Almada decidió regresar a Sonora en donde había trabajado treinta años como agricultor. Su hermano Fernando, había tenido ya varias incursiones en el cine, lo invitó a participar detrás de cámara, en la producción. Almada era un gran cinéfilo, de niño sobretodo, dice que veía hasta tres películas en un domingo.
Su carrera como actor comenzó por azares del destino, asegura el entrevistado; cuando filmaban la película Los Jinetes de la la bruja, el protagonista sufrió un accidente (perdió una mano) y Almada tuvo que entrar a remplazarlo, hizo de bandido, como profetizando el tipo de personajes que lo harían famoso.
Le gustó la actuación; poco después vino su primer estelar en Todo por Nada, el actor hacia su debut en el cine, con casi cuarenta años. Guarda especial cariño por esta producción, en la que asegura que su experiencia viviendo en el campo aporto realismo a la caracterización.
-‘Era un western en donde mi
personaje usaba el látigo, el cual yo sabía manejar muy bien, podía hacer el truco aquel de apagar el cigarro de la boca de un latigazo;
lo había aprendido en Sonora, manejando
carros de mulas, al animal se le pegaba cerquita
de las orejas y se jalaba la rienda, para que diera vuelta el
carro.
‘Siempre andaba a caballo, sabia
usar el hacha y el cuchillo. Tenia la cara arrugada, venia del campo, eso me
dio mucha fuerza en pantalla... Yo no sabia ni lo que era una cámara, pero tenia el feeling, sentía los
papeles que interpretaba, no hablaba como actor: “te voy a matar” (dice con una
voz afectada, y después repite la frase con el estilo que lo hizo famoso) la
gente en el cine pensó “este sí lo va a
matar”. Ese fue el inicio de mi carrera”.
SOY LEYENDA
Las películas del oeste y
pistoleros tuvieron mucho éxito y esa fue la razón para que hicieran tantas (en los buenos
tiempos el actor llego a participar hasta en
seis producciones al año) Almada menciona algunas de sus favoritas como
Siete en la mira, Cazador de asesinos, Pistoleros Famosos.
-‘Todos fueron
taquillazos... A nosotros nos fue muy bien con las películas, por lo menos con
las seis que son nuestras, siempre ganamos. Mira, el cine es blof, al productor
le queda 18% de las entradas, de ese dinero tu tienes que pagar: lanzamiento,
publicidad y copias, así que, muchos
siempre dicen que ganaron más. Allí tienes a Arau (Como Agua para Chocolate,
Caminando en las Nubes) es para que tuviera mucho dinero y estuviera
produciendo’ comenta el actor.
Pero no obstante la aceptación del publico, la critica
especializada nunca fue benigna con sus
películas, mas bien todo lo contrario. Sin embargo el actor, productor y
guionista, conoce bien a su publico.
-‘Nosotros llegábamos a meter en un cine como el
Mariscala, al que le cabían 2500 gentes, cuatro funciones llenas, en un
domingo. Un pueblo entero entraba a ver la película, tu veías las colas. En
Estados Unidos el publico era la comunidad latina, esa era la gente que llenaba
los cines; tengo mas popularidad allá, del otro lado... Como en aquella ocasión
en Disneylandia, era un viaje familiar y
de pronto me vi rodeado de gente pidiéndome autógrafos, el Ratón Mickey y El
Pato Donald volteaban a ver desconcertados, quien era el que firmaba tantos autógrafos como ellos’.
Almada comenta que siempre que pasan una
película suya en la televisión (una buena aclara) al otro día todo el mundo lo
saluda por la calle. Son camioneros o
trabajadores, sus admiradores, quienes lo perciben como el Jhon Wayne o el
Clint Eastwood mexicano; Acepta la analogía con modestia.
Como toda estrella, el actor
ha entablado una relación estrecha con
su publico, una suerte de complicidad, como si la realidad cinematográfica,
fuera sencillamente ‘mejor’ que la vida misma. Como cuando los encargados de seguridad de la puerta se
le cuadran y lo escoltan.
Lo mismo sucede en
las películas, un Mario Almada autoreferencial,
interpretándose a sí mismo, aparece en el film Pueblo de Madera como un
fantasma del cinematógrafo, materializándose en medio de un campo para batirse
en duelo con un espectador.
Almada trabajo en docenas de
películas de policías, polleros, narcotraficantes, pistoleros, venganzas y
hasta extraterrestres, algunas memorables y otras más prescindibles. Son películas de
entretenimiento, si bien es cierto: llenas de estereotipos e ingenuas
aventuras, además no pocas veces pésima factura, pero crearon una estética y
posteriormente fueron un genero en sí
mismas.
A distancia y por medio de su difusión en la
televisión, nuevas generaciones han descubierto el cine de los Almada,
convirtiendo los filmes en referencias obligadas y en objetos de culto para un
grupo heterogéneo de fans. La gente identifica a los hermanos Almada como los
tipos duros del cine mexicano.
SON LAS PANTALLAS LAS QUE SE
HAN HECHO MÁS PEQUEÑAS
Contra lo que no pudieron las
películas de pistoleros y narcotraficantes mexicano, fue con el cine de
acción estadounidense y sus actores, como Sylvester Stallone, Bruce Willis o
Schwartzneger, de algún modo el publico había perdido cierta inocencia y exigía
otro tipo de películas, también el boom de
las video caseteras habían afectado la exhibición en cines. Para Mario Almada
fue el fin de una época.
-‘Estas películas (Rambo, Duro de Matar) eran de acción
también, diferentes, por que aquellas hacían alarde de producción y publicidad,
aquí se hacían con más cabeza, no con
esos costos, había mucho ingenio,
llegábamos ha hacer seis o siete
películas al año’ recuerda el actor.
Una vez desaparecidos cines
como El Carrusel, Ermita o Mariscala, dedicados exclusivamente a la exhibición
de películas mexicanas (estos se
convirtieron en multicines, en el mejor de los casos, otros fueron
transformados en estacionamientos o tiendas de electrodomésticos) El negocio
completo cambio y el cine mexicano también.
El mercado que tuvieron que buscar las películas de los Almada y de otros
personajes como La India Maria, por
ejemplo, se redujo al home video, películas pequeñas, para consumo domestico,
que nunca eran estrenadas en una sala de cine y pasaban directamente al video y
a veces a la televisión.
-‘Es difícil vivir
del cine, para el actor, el director, el técnico, el productor, no es fácil y
ahora se vino abajo todo. En mis tiempos había respeto entre nosotros, actores,
técnicos; al actor se le daba su lugar, lo atendían. Ahora ya no te mandan a los buenos hoteles, es muy
difícil, solo que vayas de Guadalajara
para arriba, pero ya no es aquello de antes.
OTRO CINE, OTRO PUBLICO
Apabulladas por las
producciones norteamericanas, las películas de género (aventuras, western,
horror, infantiles) desaparecieron del panorama cinematográfico nacional.
En su lugar surgieron nuevas películas con temáticas crudas, urbanas, que
buscaban cierto realismo (Amores perros,
Y tu mama también, Todo el Poder) y una concepción estética mas cercana a los
valores de producción holywoodenses, que a los de la vieja guardia de
productores del cine mexicano.
-‘La mente de la juventud
ahora es otra, le gusta mas lo
pornográfico, lo enredado, como las películas nuevas. Ví Amores Perros y me
pareció una película muy bien echa, pero
esa en que se terminan besando tres muchachos al final (Y tu Mamá
también) a mi no me parece’opina el actor.
Los Hermanos Almada producto
de todo ese momento, también desaparecieron, al menos como mancuerna actoral y fenómeno taquillero,
cada uno comenzó a hacer películas por su lado, pues los productores
consideraban que era muy caro juntar a la pareja.
LA ANÉCDOTA DE COLOSIO Y CARO QUINTERO
Fernando Almada casi se ha retirado del cine, vive en
Guaymas y esta en la política, quiere ser diputado. No es la primera vez que los hermanos estuvieron de algún modo involucrados en la política, durante la campaña presidencial de Luis Donaldo
Colosio, apoyarían a su paisano,
sonorense como ellos.
-Al día siguiente del atentado en Lomas Taurinas, nos
encontraríamos con él, para apoyarlo en
su campaña, siendo un
sonorense como nosotros; nos quedamos con las
maletas hechas, lo vi por la
televisión, pero no lo podía creer’.
Durante una de sus
giras, en una ocasión recibieron
también, la invitación del famoso
narcotraficante Caro Quintero, la
declinaron, por falta de tiempo, pero así sucedió, relata el actor.
EPILOGO
Mario Almada ha
continuado haciendo películas de pistoleros para el mercado de video y ahora
dvd. A diferencia de otros actores de cine, no ha trabajado en la televisión,
aunque no lo descarta.
-‘En mis tiempos la tele y el cine se contraponían, si
eras de televisión la gente no iba a
verte al cine, no pagaba por irte a ver, por
que en la casa te veían de gorra.
Y eso paso con muchos actores como Enrique Lizalde, Silvia Pinal o Mauricio Garcés; Se metieron a la televisión
y allí se acabo el cine para ellos. No obstante, hay cosas pendientes por allí,
tal vez podría interpretar a un comandante, un jefe, o también de abuelito de
alguien, me salen bien los papeles tiernos, hice La jaula de oro, Por eso y Los
Desarraigados, un drama que cuando la gente lo veía se echaba a llorar’.
La deferencia y respeto con que es tratado el actor por
todos los empleados en el establecimiento en que se realiza la entrevista, afirma el inmenso carisma de
Mario Almada como figura popular,
indispensable al cine nacional.
Como un viejo pistolero del oeste, Almada responde cuando
pregunto su edad: ‘81’ y agrega,
despacio, como la sentencia de uno de sus personajes antes de ajusticiar a alguien: ‘Pero sigo siendo Mario Almada’.
Entrevista realizada por Luis Urrutia.
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